Cada vez son más las empresas con entrega a domicilio de sus productos. La gran mayoría opta por externalizar la logística del reparto, dejándola en manos de una tercera.

Todas ellas comparten algo en común: la experiencia de compra se cierra en el momento de la entrega. El último contacto que tiene el cliente con nuestra empresa es a través del profesional del reparto que les deja el producto que han adquirido. Y este profesional como hemos señalado, suele trabajar para la empresa de logística contratada. Por esta razón principal, cualquier empresa debería dedicar recursos y tiempo a la elección de la empresa de reparto con la que va a trabajar, así como al seguimiento para supervisar en todo momento que la última fase de la compra del cliente sigue las directrices adecuadas.

El constante crecimiento de la venta online está transformando los interlocutores que actúan con el cliente. Dejando de lado la tienda física (muchas empresas ni siquiera cuentan ya con una), hay dos elementos fundamentales en la experiencia de compra. Por un lado la plataforma a través de la cual el cliente realiza sus compras. Ésta ha de cumplir siempre con unos mínimos de usabilidad, sencillez y diseño. Por otro lado, está el último eslabón. La persona (en muchas ocasiones la única con la que interactúa el cliente en todo el proceso) encargada del reparto.

El repartidor es cada vez más,
la imagen de nuestra empresa ante el cliente.

Cada día aumenta la demanda de empresas de logística con repartidores cualificados en concreto, y con un servicio de entrega a domicilio cada vez más profesional.

De este modo, las nuevas empresas de logística que van apareciendo (como OttomExpress), cuentan con un manual de buenas prácticas de obligada lectura y cumplimiento por sus trabajadores. En este manual quedan recogidas todas las acciones a realizar en el proceso de entrega de cualquier producto. No solo en cuanto a la forma de llevarlo a cabo, sino también, en lo que tiene que ver con el trato directo que se tiene con el cliente final.

En este sentido, los repartidores de OttomExpress además de cumplir con los requisitos de entrega (como puntualidad estricta o salvaguarda en el transporte), atienden y dan respuesta a todas las necesidades del cliente final. Comienzan con un cuidado de la imagen personal y de las formas de trato, y se aseguran que antes de irse el cliente está conforme con la entrega (en especial si se trata de algún aparato que ha de quedar instalado).

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